La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), unen esfuerzos para la implementación del proyecto “Prevención de la migración irregular de niñez y adolescencia en el contexto de la pandemia COVID- 19 en Rivas y Chinandega, a desarrollarse entre los meses de febrero y mayo del 2022”.

El proyecto da continuidad a la estrategia de comunicación para el desarrollo #YoCamino (creada en el año 2019) enfocada en fomentar cambios de comportamiento de niños, niñas y adolescentes frente a la migración irregular, dirigida a que conozcan y desmitifiquen los riesgos de la migración irregular, recomienden a otros jóvenes aprender sobre procesos migratorios. Adicionalmente, el proyecto contempla el diseño e implementación de una estrategia de monitoreo de movilidad de personas con énfasis en niñas, niños y adolescentes en los departamentos de Chinandega y Rivas, utilizando la herramienta de OIM – Matriz de Monitoreo de Desplazamiento.

En el reporte, Panorama de los niños y niñas en América Latina y el Caribe (UNICEF, 2020), se señala que 7.9 millones de migrantes en la región son menores de 18 años. Cada vez hay un número mayor de niños, niñas y adolescentes migrando por su propia cuenta en la región. Adicionalmente, los niños y niñas migrantes corren el riesgo de sufrir hambre y frío en su trayecto, de padecer enfermedades, sin tener acceso a servicios de salud, de ser explotados por el crimen organizado y de ser detenidos, además de otros tipos de violencia. A partir del 2020, la pandemia del COVID-19 se sumó a los factores estresores de la migración. 

Janet Martínez, jefa de oficina de OIM Nicaragua, explicó que es importante continuar analizando los flujos migratorios del país, con el propósito de identificar las necesidades de las personas migrantes y emprender estrategias conjuntas de trabajo, para prevenir la migración irregular.

UNICEF por su parte, plantea que este proyecto conjunto busca contribuir a que niñas, niños y adolescentes, cuenten con factores protectores que les permitan mantenerse seguros e informados cuando se encuentren en una situación de migración, pero también se procura un llamado a los adultos, en especial a madres, padres y cuidadores, a asumir un rol protector y tomen acción para prevenir situaciones que vulneren los derechos de la niñez.